Hace ya tiempo que terminé ahogado
En la profundidad de una hermosa mirada,
En un sueño tal vez ideal,
Tal vez imposible,
Predispuesto por mi suerte
Para querer entender,
Que gracia divina
Me permitió hallarte.
Hace ya tiempo
Que comencé a gritar
En un corazón grandioso,
Llamado por su latir,
Que me enseñó que te encontrabas ahí.
Y quise quererle,
Y quise amarle,
Y en una sonrisa
El sol nació,
Los cuervos murieron,
El ruiseñor cantó.
Y esta amarga y fría mirada,
Y este corazón dolido y agobiado,
Y este ser tan frágil y lleno de temor murió,
Porque quiso renacer de nuevo,
Porque supo que existías así,
Tan tú,
Tan lleno de ti,
Tan frenético este corazón se volvió,
Que murió 3 veces,
Para vivir por siempre.
martes, 1 de abril de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario