Me lleno de ti hasta el hartazgo,
De tu mirada, de tus labios,
De tu belleza,
De ti mujer,
Y de tu boca rencorosa
Que no me dice que me quiere,
Sino que me ama,
Que me olvida si me pierdo en su sonrisa.
Y no me canso de ti, mujer,
De observarte día con día,
De mirarte,
De extrañarte en el costado naciente de mi ser,
En el que todo se pierde en hoyo negro,
Flamigerante sentimiento que me mata si te pierdo,
Y quemarte por el hecho de ser yo,
¿Y de que sirve que te mate en mi cabeza,
Si en mi existencia permaneces surreal
Y en mis sueños te encuentro en esta vigía indescriptible
En la que tu mano es extensión de este ser que no existe si te alejas?
Que va,
Si en tus frescas memorias ya no existo,
Y en tus cabellos me encuentro yo perdido,
Perdido de tus cosas,
De tu sonrisas,
De tus anhelos,
Para encontrarme en tus sentimientos enredados,
Sin saber que decidir,
Y sin caber yo que hacer.
Perderme en ti,
Perderme en la locura de no hallarte de nuevo,
De perderme en tu búsqueda infinita,
De tu mirada tardía,
De tu sonrisa tan pronta.
Cansarme de ti nunca mujer,
Cansarme de tus sueños,
De tus ojos,
Tus miradas,
De tus labios y tu boca,
Cansarme de ti nunca mujer,
Llenarme hasta el hartazgo,
Derramarme,
Desbordarme de tu ser
Y seguirte amando más y más.
De ti mujer,
Perdido de ti y en ti,
De ti mujer,
Allanado,
Divulgado,
Extraviado en ti mujer.
domingo, 21 de diciembre de 2008
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