
No entendiste mis palabras,
Te volviste sorda y te volviste ciega,
Nunca oíste cuando te dije te amo,
Nunca viste lo especial que eras para mí,
Ni lo especial que tu presencia me hacía sentir,
No deseo olvidarte y por siempre llevarte en mí.
A mi parecer,
Un simple adiós no sería la palabra indicada,
Ni mucho menos, una acción adecuada,
Pues tendría que excavar en lo más profundo de mi ser
Y extraer de mí,
Todo lo que queda de ti.
Fuiste piedra preciosa,
Gema labrada en mi mente y en mi corazón,
Me cuesta trabajo dejarte,
Olvidarte me será difícil.
Las raíces de tu amor,
Constriñeron mi alma,
Me tomaste por completo,
Pero pronto me olvidaste.
Hoy debo decir adiós,
Pero no puedo olvidarte,
Todo fue magia emanada de tu ser,
Magia hechicera que robo mi corazón,
La magia de tus ojos,
La magia de tus labios
Y de tus palabras
La magia de ti.
Eres tu hechicera,
A quien digo adiós,
Hechicera de mi alma y de mi corazón.
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