
Desperdiciando vida,
Que me hallo en este encierro
De piel y huesos,
De carne fortuita,
Descubriendo mi pecho
A la inclemencia de esta alma que me quema,
Que me parte,
Buscando liberarme de la nostalgia del ayer,
Perdiendo la razón entre recuerdos,
Queriendo construir mi libertad
Con las cadenas sobradamente oxidadas
De un pasado inagotable
De fábulas y cuentos
En los que ya no están,
Ni mi vida,
Ni mis risas,
Ni la tristeza en la mirada.
Pretendiendo liberarme
De este cuerpo inerte,
De tus palabras dolientes,
De tu aliento que me dijo ya basta,
De esa espalda tuya
Que envuelta en seda
Me perdió en un futuro
En el que no era yo,
En el que no eran mis sueños,
En el que no fue sino esa voluntad de hierro
Quien me dijo olvida.
Que abro los ojos ante el misterio de una voz,
De esa voz con cuerdas vibrantes,
De metales indecentes
Que lloran bajo la noche
Hasta matarme en el final con el tempo redoblado,
Con una nota alta
Que me eriza por completo
Esta lápida pesada,
Que me lleva a no querer dejarla,
Que me pide amarla,
Que el tiempo se detenga,
Me entrego a la locura,
A la pasión desinhibida,
De este ritual indemne,
De esa pasión ferviente y febril
Ante tu mirada inhóspita,
Perdida en el momento,
Que me persigue atentamente
Entre 5 y 5,
Entre 4 y 3,
Entre 1 y 1,
Entre tu y yo.
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